Gizziello llega a Madrid en 1755 desde Lisboa, salvándose por poco del terremoto que la asoló. Vemos al castrato de frente con la cabeza mirando a su derecha; apreciamos su característica nariz griega. Ricamente vestido, lleva fez con plumas, vestido corto con cinturón y banda cruzada sobre el pecho. Una capa se ve detrás de sus piernas. Cimitarra cruzada por delante colgando del cinturón. Las manos enguantadas. La izquierda se apoya sobre la cintura, la derecha con el brazo semiextendido con la palma hacia abajo y los dedos índice y pulgar juntos, como si sujetara un hilo. Abajo se lee: “Eggizziello in S. Gio. Grisos.mo l’anno 1750”