La diosa Atenea es transportada por los aires sobre un ser alado, un fantástico híbrido que le sirve de cabalgadura. Su iconografía es inusual por el casco puntiagudo que cubre su cabeza, pero conserva el Gorgoneion (cabeza de Gorgona Medusa) sobre su pecho, la lanza y el escudo (visible bajo la túnica movida por el viento), atributos habituales en las representaciones de la diosa y que no dejan duda sobre su identificación. Su montura es un ser híbrido alado dotado de orejas de sátiro, cuyas extremidades inferiores se han tornado en volutas vegetales. Es una figura también poco común, un demon similar a tritones y gigantes, pero su marcada hibridación (con las orejas caprinas) es el resultado de una contaminación iconográfica de época helenística, no muy recurrente, pero propia de la Iconografía de los Gigantes en ese período. Las figuras surcan un espacio plagado de astros refulgentes y el demon sopla un cuerno, como para anunciar la llegada de la diosa de Atenas. Algunos autores han supuesto que la imagen podría estar basada en las antiguas tradiciones atenienses que situaban el nacimiento de la diosa en el lago Tritón, en Libia (Atenea Tritonia); sea como fuere, se trata de una iconografía excepcional.